29 d’abril 2007

Las dos versiones de un mismo tropiezo

Un tropiezo con excusa arbitral
Partido controlado en la primera mitad gracias a una magnífica asociación de la banda izquierda, un pase en profundidad de Albacar era controlado de forma orientada por Sendoa dentro del área grande y permitiéndole encarar con ventaja a Nacho González, al que batía con un disparo ajustado al palo.

La ventaja en el marcador acrecentó el nerviosismo canario mientras crecía el control sobre el partido del Hércules. Un equipo, el canario, incapaz de generar ocasiones por calidad de sus jugadores (a pesar del perdón concedido por Juanito a Nauzet Alemán -su mejor asistente- que llevaba once partidos sin ser titular). Los amarillos limitaban su juego ofensivo a colgar el balón al área herculana de cualquier manera y todo hacía indicar que la ley del mínimo esfuerzo aplicada por los de Uribe tendría como recompensa la victoria.

Pero el enésimo balón colgado al área era introducido dentro de la portería por Redondo que había sufrido una clara falta previa por empujón de Alberoni. Un error arbitral que lideró la reacción de los locales. Al gol en propia puerta le siguió un segundo del central Víctor en una jugada de estrategia que nadie en la defensa supo despejar con contundencia y un tercero de Marcos Márquez para no romper la estadística.

Un tropiezo que se veía venir
La última serie de partidos es preocupante con 2 puntos sobre 12 posibles. La complacencia mostrada por la plantilla tras el triunfo logrado en Álava -hace cuatro jornadas- ha provocado una cadena de resultados que tienen su culminación en lo ocurrido en el Estadio de Gran Canaria.

Lo más grave de lo sucedido es el hecho de no ser capaces de cerrar el partido cuando lo tenías todo a tu favor: marcador, rival con un mediocampo sostenido únicamente por Darino cuando tú tienes superioridad con dos y tres mediocentros y un técnico rival que agota los cambios haciendo debutar a un jugador tan mediocre como es Alberoni. Por cierto, hasta ayer Las Palmas tan sólo había logrado dos goles de los suplentes, Víctor y Alberoni en colaboración con Redondo han igualado esta cifra en un sólo partido.

La enseñanza de este partido (de esta serie de partidos) es que al equipo le falta ambición. Es un vestuario acomodado al que un 0 a 1 ya le va bien y éso tiene el riesgo de remontadas como la sufrida en este partido. Falta hambre de fútbol dentro de la plantilla y eso sólo se consigue rejuveneciendo al equipo.

Fotos: Canarias 7

 
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