Punto Agónico
En Córdoba se empató, remontando un 3 a 1 en contra en los cinco últimos minutos de encuentro y dejando la sensación de un equipo con amor propio, inconformista y con recursos ofensivos -aunque éstos lleguen cuando la pelota no rueda-. Fue un punto de fe para el equipo. Ante la Real Sociedad también se ha empatado pero lo único que se ha conseguido es incrementar la incertidumbre sobre el equipo.
Goiko repitió el once de Córdoba -salvo el cambio obligado de Rubén Navarro por Blas Pérez- con Mariño y Montenegro ocupando las bandas. La apuesta es una incitación clara a abandonar el juego por las bandas, estrechar el campo y crear un embudo en el que se atasque todo el juego ofensivo del equipo. Sólo tuvo una ocasión clara el Hércules en la primera parte y fue en la que logró su gol, un buen pase de Mariño entre los defensas y al desmarque de Montenegro fue rematado al poste y Rubén Navarro empujó el rechace a la red. De la Real no se tuvieron noticias sobre el césped-arena del Rico Pérez hasta el descanso.
La segunda parte fue un suplicio. Salió la Real decidida a tener el balón y presionando la salida de Rodri y De los Santos. Ni tres pases seguidos logró enlazar el equipo. La entrada de Gari Uranga por Elustondo para jugar en la banda izquierda desplazando a Aranburu a la izquierda fue clave. En un movimiento de banquillo Coleman logró que su equipo tuviese profundidad y llegada por el costado izquierdo y dotó al equipo del criterio y empuje de Aranburu. La respuesta de Goiko fue sacar a Montenegro del campo e introducir a Javi González. El argentino estuvo gris pero al menos estuvo, al ex del Athletic todavía se le espera en el Hércules. Al final entre los cambios el obligado de Manu Sánchez por la lesión de Tote en el minuto 20 tampoco aportó nada- y la expulsión de Rodri fue Unai Alba quien rescató un punto con varias intervenciones de mérito dejando viva la leyenda que la Real nunca ganó al Hércules en su estadio.
Lo único positivo del partido fue la actuación de Unai Alba y ver calentar a Cámara del que quizás se espere demasiado cuando su estado físico actual tras meses lesionado es una incógnita. En el lado negativo demasiados apuntes. El mal planteamiento inicial y la dirección durante el partido de Goiko; la lesión de Tote -muscular, de tres semanas en adelante-; la infrautilización de las bandas; el estado de forma de Manu Sánchez y Javi González; la expulsión de Rodri; el estado del césped y el desánimo de los 10.000 seguidores que ayer estaban en el estadio porque como el equipo siga así la mitad de ellos no se comen el turrón en el Rico Pérez.
Fotos: Diario Vasco
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