Empate en el marcador, victoria del equipo

Que el partido haya acabado en una igualada a dos no es más que una mera anécdota, un dato que quedará para la historia y la estadística, fríos números que no transmitirán las buenas sensaciones que, tanto en el campo como en la grada, ha dejado el encuentro. Borrar la imagen de Castalia o del partido contra la Real era el primer objetivo, y se ha logrado con creces.

En lo futbolístico Goiko ha propuesto un 4-4-1-1 en el que destacaban por un lado la pareja de mediocentros -Cámara y Rodri- muy trabajadora, sacrificada y que se ha impuesto en su zona durante la primera parte; y por otro lado la figura de Mariño que a diferencia que en Castalia tenía absoluta libertad para caer a bandas, incrustarse entre los mediocentros o aparecer a la espalda de Blas Pérez. Enfrente, un Athletic donde Caparrós se ha tomado en serio la eliminatoria mezclando habituales titulares -Iraizoz, Iraola, Javi Martínez o Gabilondo- con suplentes -Del Horno, Muñoz o Llorente- encomendándose en ataque a la creatividad del recuperado Yeste.

Un arranque de partido agresivo del Hércules ahogando la zona de salida de balón ha sido suficiente para que el Athletic se viese con dos goles en contra. El primero de Llera que se ha anticipado a su marcador y a Iraizoz en un saque de falta de Javi González y un segundo gol en un rechace en la frontal que Cámara ha controlado primero con el pecho y ha colocado un zurdazo que en la grada ha hecho revivir la promoción de ascenso a 2ªA. Poco podía hacer el Athletic que se estrellaba una y otra vez en su incapacidad para hacer circular el balón y que recurría al juego directo hacía un inoperante Llorente como único argumento ofensivo. Pero entonces, a poco del descanso, ha aparecido Muñiz Fernández para expulsar a Sendoa por 'entrar con el pie en forma de plancha, impactando en el pecho de un contrario, derribándole'. En esta misma jugada Goiko también ha sido expulsado por decirle repetidamente 'tienes mucha cara'. Más allá de si la expulsión ha sido justa o no, las decisiones del árbitro y sus asistentes durante el partido han perjudicado al Hércules, como ejemplo un penalti no pitado a Blas Pérez en la segunda parte.

En la segunda parte y en inferioridad numérica el equipo ha aguantado bien los primeros minutos hasta que Mariño no ha podido se ha quedado sin fuerzas para seguir conduciendo los ataques, Blas Pérez sin aliento para presionar la salida de balón y además Cámara ha acusado los muchos meses lesionado. En ese momento ha aparecido en el partido Yeste, el único jugador de los vascos capaz de desequilibrar el encuentro. El mediapunta zurdo ha asumido el mando del partido y en dos balones templados buscando la espalda de la defensa ha logrado que el Athletic ha empatase el encuentro. El resultado es malo pues te obliga a ganar en San Mamés para seguir adelante, pero es lo de menos, el equipo ha recuperado autoestima y confianza y el público ha marchado satisfecho. Era lo que se pedía para afrontar al Celta.

Fotos: El Correo